El Parlamento de Hungría se pronunciará a inicios de marzo sobre la adhesión de Finlandia y Suecia a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), solicitada en el marco de la invasión a Ucrania que está por cumplir un año.
La discusión preliminar en la comisión parlamentaria de Asuntos Exteriores está programada para el 1 de marzo y del 6 al 9 de ese mes se celebrará la votación cerrada para ratificar la adhesión, según información publicada en el sitio web del Parlamento y replicada por la agencia de noticias Sputnik.
De los 30 miembros de esta alianza militar liderada por Estados Unidos, solo Hungría y Turquía no avalaron hasta la fecha el proceso de adhesión de los dos países nórdicos que requiere una aprobación unánime de todos los miembros de la alianza militar.
El plazo para que se pronunciara el Parlamento fue aplazado en varias ocasiones debido a un embudo legislativo; la oposición acusó al Gobierno del primer ministro Viktor Orban de ralentizar el proceso.
El premier nacionalista, un aliado del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, desea mantener relaciones con Rusia pese a la guerra en Ucrania.
Pero ante las críticas, Hungría insistió en varias ocasiones que no tenía «objeciones» a las candidaturas de Finlandia y Suecia.
«Apoyamos la expansión de la OTAN y el caso se pondrá en la agenda cuando el parlamento vuelva a reunirse en febrero, y lo arreglaremos rápidamente» había declarado el ministro de Relaciones Exteriores, Peter Szijjarto, a finales de enero.
Tras el comienzo de la invasión de Rusia en Ucrania, el 24 de febrero de 2022, Finlandia y Suecia entregaron el 18 de mayo del año pasado las solicitudes de su ingreso en la OTAN al secretario general de ese bloque.
Por su parte, Turquía primero bloqueó esas solicitudes, pero el 29 de junio firmó junto a Finlandia y Suecia un memorando en materia de seguridad, en el que se toman en consideración las preocupaciones turcas.
Erdogan sugirió a inicios de febrero que podría aprobar la candidatura de Finlandia a la alianza militar, pero no la de Suecia, a la que acusa de dar refugio a militantes y simpatizantes kurdos que califica de «terroristas», principalmente miembros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán.
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